La finca vinícola

Nuestra historia
Gimbrett, un pequeño pueblo de la región de Kochersberg, rodeado de colinas donde maduran uvas llenas de aromas
. La viticultura lleva establecida aquí más de cien años, principalmente por su exposición meridional.
Nuestra empresa se creó en los años 60 y empezó con 50 áreas de viñedo. Obtuvimos el estatus de AOC ("appellation d'origine contrôlée") en 1976.
Nuestra propiedad fue dirigida por Alfred y Marthe Bohr, a los que se unieron su hijo Freddy en 1985 y su esposa Marianne en 1992. La familia se ha ampliado con el nacimiento de 3 hijos: Serge, Paul y Rémy, tan apasionados por la tierra como sus padres y abuelos. En nuestra finca se producen todas las variedades de uva de Alsacia, con especialidades como Auxerrois, Rouge du Kochesberg y Crémant d'Alsace. Todos nuestros viñedos están cubiertos de hierba y se nutren con estiércol compostado producido por nuestra granja lechera contigua.
En 2007, Alfred traspasó la responsabilidad de la propiedad a Freddy y Marianne, que en 2010 iniciaron la construcción de una nueva bodega a las afueras del pueblo. Esta finca es rica en historia familiar y representa tanto el pasado como el futuro. Hoy en día, es nuestro lugar para catas de vino, celebraciones familiares y reuniones con nuestros clientes. A través de nuestros vinos, compartimos nuestro saber hacer, nuestra pasión y nuestra historia familiar.
Hoy, la calidad de nuestros vinos refleja nuestra seriedad, desde la plantación hasta la botella, que ha sido una prioridad en el respeto a nuestros clientes.

Visita de la finca
Actualmente poseemos 9 hectáreas de viñedos en los alrededores de Gimbrett, en el Kochersberg.
Ven al dominioVisite la bodega
Nuestra bodega está formada por cubas de acero inoxidable, y estamos orgullosos de ofrecer a todos nuestros clientes una visita guiada por la bodega. Nuestra particularidad es el cristal único que separa la zona de producción de la de degustación.


Degustación de vinos
Durante sus catas, también podrá ver cómo se elabora nuestro vino. Al igual que con el cristal que separa estas dos salas, somos totalmente transparentes con nuestros clientes y nos apasiona
nuestro trabajo. Le transmitimos nuestra pasión por el vino, y podemos decir con orgullo que todos nuestros clientes de
que nos visitan por primera vez han dejado de serlo.